Ser quejumbroso es entendible que todos en algún momento de nuestra vida nos quejamos o tratamos de culpar a otra persona por lo que estuvimos pasando, pero el problema surge cuando esta forma de ver la vida y de comportarnos se vuelve un patrón.
¿Qué pasa cuando nos rodeamos con personas quejumbrosas?
Puede debilitarnos y hacernos sentir sin energía, puede degradar la moral y hacernos daño incluso cuando el problema no tiene nada que ver con nosotros.
No decimos que es malo tener empatía y compasión cuando las personas cercanas a nosotros están pasando por una mala situación, sin embargo, escuchar a quienes se quejan de todo es más perjudicial de lo que pensamos, ya que quejarse continuamente tiene efectos destructivos en el cuerpo humano. El primero es a nivel neuronal, ya que se predispone al cerebro a hacerlo de forma natural.
¿Cómo identificar a una persona quejumbrosa?
1.- Estas personas viven rechazando la vida que tienen, siempre son las víctimas, se quejan constantemente por todo, pero nunca hacen nada para cambiar lo que tanto los atormenta.
2.- Cuando estas con este tipo de personas, de repente, comienzas a sentirte más agotado de lo normal.
Efectos negativos para la salud
Estar constantemente quejándonos o escuchar a otros hacerlo nos puede traer consecuencias como:
- Con cada queja y pensamiento negativo, tu cuerpo se llena de cortisol, la sustancia que produce el estrés.
- Las quejas continúas reducen el hipocampo, un área del cerebro primordial para la resolución de problemas e ideas complejas.
- El sistema inmune reacciona para defenderse y esa lucha constante hace que bajen las defensas y seas propenso a enfermedades crónicas.
¿Cómo detener este hábito?
- Recuerda que la forma en que pensamos determina nuestras emociones, por lo que, si sientes enojo o ira, descubre qué es lo que provocó estos sentimientos.
- Si no eres tú el que tiene el síndrome del quejumbroso, antes de que te contagien de su pesimismo y te contamines con el síndrome del quejumbroso, aléjate de inmediato porque es dañino para tu salud.
- Cambia las quejas por agradecimientos.
- Identificar en qué momento nos quejamos, para detenernos a tiempo.
Quejarse continuamente y culpar a otras personas o situaciones es un patrón adictivo, una conducta sumamente negativa que incluso afecta nuestra autoestima, no importa si somos los que nos quejamos o si somos lo que escuchamos, pero esperamos que estos consejos te sean útiles para tener una vida mejor.