Rumiar se refiere a los animales que digieren su alimento en dos etapas, primero lo consumen y luego realizan la rumia, que consiste en regurgitar el alimento que ya se encontraba en el estómago para desmenuzar, agregar saliva y mejorar la absorción y metabolización del alimento.
Sin embargo, cuando se habla en los humanos se entiende como una compulsión insalubre de pensar repetidamente sobre eventos pasados y reflexionar sobre ellos constantemente.
En el caso de los animales, como la vaca, la rumiación sirve para que digiera su comida más a fondo, pero en los humanos, se trata de estar constantemente pensando un recuerdo, lo que genera depresión; ya que, mediante la rumia, es más probable que te concentres en lo negativo, tanto en los recuerdos del pasado como en la percepción de los acontecimientos actuales o futuros, en este último caso, provocará ansiedad.
Asimismo, la rumia invade tu motivación para tomar las medidas necesarias para mejorar la problemática, incluso cuando se llega a una buena solución a un problema, rumiar puede crear sentimientos de duda que te impedirán llevar a cabo tus planes, lo que poco a poco afecta tu capacidad para resolver problemas porque crea sentimientos negativos que nublan el juicio.
¿Cómo superar rumiar?
Paso 1: Acepta tus sentimientos, pero no te detengas por ellos
Es inevitable que dejes de sentir, querer omitir las emociones no es la mejor manera de ayudarte. Sabemos que cuesta, pero lo principal es aceptar cómo te hace sentir la situación. Sin embargo, no te detengas por ellos.
Paso 2: Distraerte
Si consideras que los pensamientos te están generando depresión o ansiedad, busca una forma de distraerte. Puedes realizar actividades como socializar con amigos, hacer crucigramas, leer un libro, dibujar, escuchar música que te gusta o salir a caminar y disfrutar de la naturaleza.
Paso 3: Mantente activo
Este paso va muy de la mano con el anterior. A veces un buen entrenamiento, ya sea yoga, nadar o levantamiento de pesas, puede ayudarte a salir de la rumia. Investigaciones han demostrado que el ejercicio mejora el estado de ánimo gracias a las endorfinas adicionales que crea el cuerpo.
Paso 4: Busca ayuda
Sin consideras que sola o solo no puedes, no tiene nada malo, en estos casos es mejor buscar ayuda de un profesional. Por ejemplo, la terapia conductual cognitiva (TCC), actualmente se está aplicando a la conducta enfocada en la rumiación.
Como observaste, darle vueltas una y otra vez a nuestros problemas nos hace más vulnerables a la ansiedad y la depresión. Esperamos que estos consejos te sean útiles para poner en marcha tu vida.