Se dice que una persona familia tóxica es cuando altera profundamente el estado de ánimo y cuyo comportamiento puede ser perjudicial no solo para quienes la rodean sino también para sí mismo. Así como existe toxicidad de manera individual, también las hay en forma grupal y se presenta por lo regular en las familias.
Tener una relación conflictiva con la familia es completamente normal, especialmente durante el período adolescente. Sin embargo, cuando ámbito familiar en lugar de sumar, nos resta, se habla de una familia tóxica y entre las principales consecuencias de vivir en una se encuentran los trastornos psicológicos.
-
Identifica si vives con una familia tóxica
Muchas veces, por los conflictos normales que se presentan dentro del grupo familiar, solemos confundir una problemática familiar normal como algo tóxico, es por ello que identifiques si de verdad tu familia es así.
1.-Cuando la familia es opresiva. En este caso el sentido de independencia está prácticamente ausente, somos demasiado dependientes de ellos.
2.- Existen vínculos de basados en despotismo y culpa. La ley de los más despóticos se aplica para alienar a todos. Principalmente viene del padre o la madre.
3.- Nula capacidad de toma de decisiones. En una familia tóxica siempre hay alguien que da órdenes, invalidando las opiniones, sentimientos de los demás.
4.- Se ejerce manipulación.
-
Consecuencias
1.- Tendremos a recrear el mismo escenario y mantener el mismo rol que tenemos en la familia.
2.- Sufriremos de ansiedades y temores por el resto de nuestras vidas.
3.- Seremos dependientes
4.- Trastorno Pygmalion (creemos lo que nos dicen y se cumplen sus expectativas). Cualquier etiqueta que los padres pongan en sus hijos, como “eres un vago”, “tienes un mal carácter”, puede tener un gran impacto en ellos; ese niño realmente terminará convirtiéndose en un vago.
5.- Trastorno límite de la personalidad. Ocasionado por padres ambivalentes.
-
Cómo sobrevivir a una familia tóxica
La respuesta puede ser sencilla, pero es muy difícil de lograr: alejarse de la familia tóxica es la solución.
Ser parte de un núcleo familiar no nos obliga a coexistir y compartir los mismos espacios. Un desapego es posible sin necesariamente vivirlo de una manera absolutista: es posible sentir afecto por los miembros de la familia también manteniendo nuestra distancia de ellos.