Tenía un profesor en la secundaria que nos decía que tocar fondo para él era una bendición, y es que, si llegas al fondo es porque ya no puedes caer más, lo cual te abre una doble vía: puedes quedarte ahí, hundido en tu propio dolor o puedes usar ese fondo para impulsarte y volver a ascender.
Si has tocado fondo, no es algo para celebrar, claro está, pero tampoco significa el fin, simplemente recoge tus pedazos rotos, porque más abajo no puedes ir, y ahora comienza a subir nuevamente.
Si estás leyendo esto, probablemente es porque estés a punto de sentir que vas a tocar fondo, si no lo has hecho ya. Así que este artículo es para ti, porque daremos algunos consejos para que resurjas como el ave fénix.
1.- No te compares
Compararnos es un error que frecuentemente cometemos. Cada uno tiene su propio camino y su ritmo que siempre debe ser respetado. Además, tampoco sabemos qué fue lo que enfrento la otra persona para estar ahí.
2.- Busca que tu mente fluya
Muchas personas que sienten que han tocado fondo no se permiten desconectarse de sus problemas. Se sientan a pensar y a rumiar sobre todo lo malo que hay en sus vidas. A veces es bueno darte un tiempo para ti y dejar que todo fluya. Lee un libro, sal a correr y luego, con la mente despejada puedes ver desde otra perspectiva el problema.
3.- Toma en cuenta las experiencias pasadas
Tal vez en el pasado te haya sucedido un problema similar, ¿puedes recordar cómo lo resolviste? Puedes tomar esa solución para pensar en otras que te ayuden a salir de la situación. Incluso puede ser que esa misma solución, te sirva para este problema.
4.- Ponte en acción
Sé que puede ser muy difícil salir del fondo, pero no es suficiente evocar palabras como «motivación» y «compromiso» para hacer que las cosas cambien de un momento a otro. Si realmente queremos un cambio, debemos trabajar mucho en nosotros mismos, comprometernos y, sobre todo, actuar.
5.- Aprende de tu experiencia
Aprovecha tu caída como una oportunidad para demostrarte ese amor hacia ti misma o mismo. Encuentra todo lo que hayas aprendido de esa experiencia y entonces será el momento de comenzar de nuevo, sin renunciar a la primera dificultad.