Hoy estamos para ti, vamos a decirte en unos pocos minutos todo lo que sabemos para que puedas conseguir lo que quieres, para que logres todo lo que te has propuesto. Así que piensa rápidamente: ¿qué quieres? ¿perder peso? ¿tener más ganancias? ¿viajar por el mundo? ¿encontrar el amor?
Lograr lo que te has propuesto es muy simple, pero no es fácil. ¿Por qué decimos esto? Porque estamos en la era de la información. Si quieres perder peso, solo debes ir a comprar libros que te expliquen cómo, puedes buscar en Google maneras para bajar de peso, consultar con un nutriólogo, pero, ¿qué pasa, que, a pesar de todo esto, no somos capaces de lograr lo que queremos?
Todo comienza con una simple palabra: “Bien” –¿Cómo estás? –Bien, — respondes. ¿Pero de verdad estás bien? Si esas casado y peleas constantemente con tu esposa, ¿estás bien? ¿De verdad? Esto es un error gravísimo porque al responder que estás bien, cuando no lo estás, mandas una señal al cerebro que indica que no hay nada que hacer para mejorar, porque ya estas bien. Se trata de ser sincera o sincero contigo misma o mismo. No te mientas diciéndote que estás bien.
Ahora bien, ¿te has puesto a pensar en qué posibilidades tenías de nacer si hubo guerras, desastres naturales o enfermedades mortales? ¿Qué posibilidad tenías de nacer, en el momento en que naciste, con los padres que tienes? La respuesta: 1 entre 4 cientos mil millones. ¿No es esto lo más increíble? Entonces ¿qué haces con tu vida? ¿Realmente estás bien? ¿Acaso no mereces lo mejor porque lograste estar aquí a pesar de tener 4 cientos mil millones de razones para no estarlo?
¿Pero qué pasa entonces? Estamos seguros que en más de una ocasión, tienes una gran idea, pero de último momento, la pospones. Tal vez pienses que aún no es momento, pero, ¿qué crees? Nunca te parecerá el momento adecuado. Los científicos lo llaman energía de activación. Esto es que cambies lo que estás haciendo, para hacer algo nuevo. Te proponemos el síguete ejercicio para animarte y comprobarlo.
El día de mañana levántate 30 minutos antes de tu hora habitual.
No se vale que pospongas la alarma 5 minutos o que te quedes en la cama a revisar tu celular. ¡Solo levántate de inmediato! Con esto te enfrentarás cara a cara con la fuerza física que necesitarás para cambiar tu comportamiento. Es la fuerza que debes ocupar para cambiar tu vida.
Si no lo hacemos, seguiremos en modo automático. Apostamos a que muchas veces no sabes cómo terminaste tu trabajo, pero lo hiciste. Pero si por alguna razón llegas a cambiar parte de tu rutina, ¡cuidado! El cerebro se frena, se quita el piloto automático que ya tenemos programado, por lo que requerirás esforzarte para seguir avanzando. Así pues, cualquier cosa que hagamos para romper nuestra rutina, requerirá un esfuerzo.
El problema de la rutina, es que, a la larga, nos aburre.
Es la rutina lo que nos está matando. Sucede que nos estancamos porque nuestro cuerpo nos manda una señal de que no estamos satisfechos desde nuestras necesidades más básicas. Al igual que nuestras uñas o cabello crecen, también nuestra mente, alma necesitan crecer, y la rutina no lo permite. Y la única manera que tenemos para hacerlo es esforzándonos a estar incómodos, solo así nos moveremos. No se trata de correr riesgos, se trata de salir de nuestra zona de confort. Esos 5 segundos en los que te obligas a salir de cama, te van a destrozar, pero una vez que ya estés arriba, será genial.
Solo tienes 5 segundos para hacerlo, porque está comprobado que, por ejemplo, vas a una fiesta, estás sentada o sentado y llega alguien para invitarte a bailar, si lo piensas más de 5 segundos, definidamente ya no lo harás. Solo tienes 5 segundos para realizar lo que estás pensando. En pocas palabras, el problema no es la falta de ideas, el problema es que no actuamos cuando las tenemos.
Finalmente, recuerda que nadie llegará a obligarte a hacer lo que tienes que hacer, eres tú el que decide cuándo empezar. Es muy simple lograr lo que quieres, pero no es fácil: tienes que esforzarte.