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Aprende a ser paciente con estos consejos

Ser paciente, reloj arena, niño

En el mundo actual, donde la inmediatez es lo ordinario, ser paciente resulta difícil. Por ello, es una virtud que se debería practicar más, porque te permite afrontar mejor los obstáculos cotidianos, así como conseguir grandes metas en tu vida.

El primer paso para ser más paciente, es comprender sus beneficios:

  • Se tiene mayor concentración y determinación para cumplir con metas y objetivos.
  • Aprendemos a tomar decisiones más lógicas o racionales.
  • Nos permite ser más amigable y estar menos estresado,
  • Disminuye nuestros arrebatos de ira.
  • Nos hace menos propensos a rendirnos cuando aprendamos cosas nuevas.

Ahora bien, conozcamos los demás pasos para ser más pacientes.

  1. Analiza la situación que te causa frustración

Es comprensible enojarse, pero, ¿qué haremos con enfadarnos? La situación no se solucionará de forma mágica. Mientras se espera se puede aprovechar el tiempo en algo productivo, como revisar las notas del teléfono, responder correos electrónicos o hacer alguna llamada pendiente.

  1. No exagerar

Una vez que analizaste la situación, espera un minuto más en pensar si realmente es algo que no pueda esperar.

  1. Sé más empática o empático

Colocarte en el lugar del otro y pensar que está haciendo lo mejor que puede te convierte en alguien empático y, por ende, más paciente.

  1. Diferenciar lo que depende de nosotros

Si la situación en la que estamos, es algo que con nuestro esfuerzo se puede resolver o apresurar, podemos tomar el riesgo de no ser pacientes. De lo contrario, si es algo que no depende de ti y no está en tus manos, es mejor que esperes.

  1. Practica la respiración

Tal vez parezca muy simple, pero la respiración profunda nos ayuda a bajar nuestros niveles de estrés y a pensar con claridad.

  1. No te tomes nada personal

Es común juzgar las acciones de otras personas cuando creemos que nos retrasan o los vemos lentos. Intenta no tomártelo personal y, en cambio, piensa en otras cosas, o mejor, haz alguna actividad que te ayude a desestresarte.

En definitiva, no te convertirás en el maestro de la paciencia de un día para otro, pero recuerda que la práctica hace al maestro. Así que pon en marcha los consejos anteriores y verás como tu vida fluye de mejor manera.